almanaque de literatura
[I]
He dividido cada día en pequeñas porciones
debo leer/cantar/enseñar
lo que va quedando de mi lengua
no la rosada y corta
sino la hecha con palabras y miedos
con mucha fe y casi nada de fiesta aunque no lo creen
he dividido el día
para dormir
hacer pócimas/mejunjes/bálsamos
sueño con dejar algunos minutos para mezclar telas
y construir algo nuevo con lo viejo
Soy tan ingenua al dividir lo que no tengo
he dividido lo único que importa
lo he dejado lejos
Ahora llegan los “chicos”
ingenuos arrogantes asustados risueños
Debo dejar el tiempo detenido: atenderlos.
[II]
Yo quería enseñarte yo
cómo las letras y los verdes/cómo el agua y el miedo
quería también la sangre
la vida.
Pero me fui.
Y a ti quería enseñarte yo
a pesar de mi impaciencia
de lo inútil que era contar
juntas
cada paso en la escalera /en la vida
para que no lloraras.
Yo quería enseñarte yo
mi miedo/mis vuelos: el mundo.
Pero me fui.
[III]
Esa muchacha solo se ríe
Cada vez que me pide pronunciar una palabra en mi lengua.
Hablamos la suya, ella habla su lengua.
Yo no.
Yo sé que ninguna lengua es más mía
Que aquella que guardo algunas veces en mi boca.
Voy olvidando y aprendiendo
Pero sobre todo: olvido/confundo.
Esa muchacha solo se ríe
de la imposibilidad de repetir
los mismos sonidos que yo
y en su risa que compartimos
encuentro mi propia risa
de esta absurda manera de enseñarle/de aprender
las diferencias.
Yo aprendo con miedo, ella burlándose de sí de mí?
Parece amable.